miércoles, 30 de diciembre de 2009

El Dar

"El dar, no el recibir, hace florecer plenamente el espíritu de la Navidad. Se perdona a los enemigos, se recuerda a los amigos y se obedece a Dios. El espíritu de la Navidad ilumina la ventana panorámica del alma por la que contemplamos la vida agitada del mundo y nos hace interesarnos más por las personas que por los objetos. Para comprender el verdadero significado del "espíritu de la Navidad", sólo tenemos que recordar de quién es el nacimiento que celebramos ese día y entonces se convierte en el 'Espíritu de Cristo'."
Pte. Thomas S. Monson

domingo, 20 de diciembre de 2009

Nos mantiene jóvenes

"Estoy convencido de que ésta es una Iglesia de trabajadores y no un museo de santos. Aquellos que no piensen de esta manera no han llegado a comprender la verdadera finalidad de la divina organización a la cual pertenecen. Aprendan a amar el llamamiento que tengan en la Iglesia y lo querrán tanto que llegará a ser vigorizador. Aprendan a sentirse satisfechos; da el mismo trabajo que estar disgustado y es mucho más agradable. Aprendan a aceptar la adversidad. Sean quienes sean o estén donde estén, la van a tener. Y no tengan miedo del viento de la adversidad; recuerden que un cometa se remonta en contra del viento y no a favor de él. Acostúmbrense a decir cosas agradables en vez de hacer comentarios negativos. Vivan el momento presente en toda su plenitud, y no vivan ni en el pasado ni en el futuro. El éxito es una jornada y no un lugar de destino. Cuando hayan llegado a los setenta años de edad, resistan el impulso de arreglar los asuntos de todos los demás y admitan de vez en cuando que pueden estar equivocados. Somos grandemente bendecidos al ser parte de una Iglesia que enseña en cuanto a la belleza, la esperanza, la alegría, la valentía, la fe y la felicidad que nos permiten conservarnos jóvenes en nuestro corazón por medio del servicio fiel en cualquier llamamiento que tengamos."
Elder Jacob de Jager
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lunes, 14 de diciembre de 2009

Conocer bien a Dios

"Una cosa es saber algo acerca de Dios y otra es conocerle bien. Podemos saber que es un ser a cuya imagen hemos sido creados; podemos saber que tanto el Hijo es idéntico a su Padre; podemos saber que tanto el Padre como el Hijo tienen ciertas cualidades y poderes. Pero cuando experimentamos y gozamos de las mismas cosas que Ellos, los conocemos y eso nos capacita para alcanzar la vida eterna. Conocer a Dios significa pensar lo que El piensa, sentir lo que siente, tener el poder que tiene, comprender las verdades que entiende y hacer lo que hace. Los que lo conocen llegan a ser como El y viven la vida que El vive, que es la vida eterna"
Bruce R. McConkie
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jueves, 10 de diciembre de 2009

Mansedumbre

"En mayor o menor grado, todos luchamos con el egoísmo. Puesto que es tan común, ¿por qué preocuparnos por el egoísmo, de todos modos? Porque el egoísmo es, en realidad, autodestrucción en cámara lenta. Cada ataque de egoísmo nos reduce el universo en proporción directa al disminuirnos la percepción o el interés que tengamos por los demás. A pesar de su fanfarronería superficial y mundana, ese individualismo desmedido es, en realidad, provincial, como si los peces de una pecera se felicitaran entre sí por su autosuficiencia olvidando que dependen de la comida que les ponen y los cambios de agua. En nuestro diario discipulado, hay tantas maneras de expresar el egoísmo como de evitarlo. La mansedumbre es la verdadera cura, pues no se limita a disimular el egoísmo, ¡lo disuelve! Entre los pasos más pequeños podríamos, antes de embarcarnos en una acción importante, preguntarnos: ¿De quién son las necesidades que trato de satisfacer? O, en los momentos en que estemos por hacer algo muy importante, podemos primero contar hasta diez; esa filtración cuidadosa puede multiplicar por diez nuestra ofrenda como una malla de reflexiva mansedumbre filtra el intenso y destructivo ego."
Elder Neal A. Maxwell
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lunes, 7 de diciembre de 2009

Expiación, Restauración

Debemos tener presente que los acontecimientos más significativos de los últimos dos mil años no fueron las maravillas de los adelantos de la ciencia, la tecnología y el transporte; fueron la expiación del Salvador y la restauración del Evangelio, con las llaves y la autoridad del sacerdocio. Esos dos singulares acontecimientos continuarán siendo de importancia trascendental para la humanidad a medida que avanza el tiempo. El pasado, el presente y el futuro giran en torno a esas maravillosas intervenciones divinas. El aumento en la tecnología, en las invenciones científicas y en los milagros de la medicina han sido maravillosos e increíbles, pero es necesario que los utilicemos apropiadamente para que nos brinden gozo y, para ello, es necesario el liderazgo y la moral."
Pte. James E. Faust

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jueves, 3 de diciembre de 2009

Una Brújula Personal


"El don del Espíritu Santo está disponible como guía seguro, al igual que la voz de la conciencia, y como una brújula moral. Esta brújula moral es personal; es exacta e infalible. No obstante, debemos prestarle atención a fin de mantenernos lejos de los bancos que nos harían naufragar en la desdicha y las dudas. Necesitamos una brújula segura porque muchas de las normas, los valores, los votos y las obligaciones que nos han ayudado a conservar la espiritualidad, el honor, la integridad y la decencia han sido poco a poco atacados y desechados. El don del Espíritu Santo nos motivará a resistir la tentación haciéndonos recordar la ley del evangelio en el preciso momento que seamos tentados."
Pte. James E. Faust

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