"El simple hecho de orar es muy diferente a entregarse en sincera oración. Espero que todos ya sepamos que la oración es esencial para nuestro desarrollo y protección espiritual; no obstante, lo que sabemos no siempre se refleja en lo que hacemos. A pesar de que reconocemos la importancia de la oración, todos podemos mejorar en cuanto a la regularidad y la eficacia de nuestras oraciones personales y familiares. Por mucho tiempo me ha impresionado la verdad de que la oración sincera requiere tanto comunicación sagrada como obras consagradas. Se requiere esfuerzo de nuestra parte antes de recibir bendiciones y, la oración, que es un tipo de obra, es el medio señalado para lograr la más suprema de todas las bendiciones. Después de decir "amén", seguimos adelante y perseveramos en la obra consagrada de la oración actuando según lo que hayamos expresado a nuestro Padre Celestial. El pedir con fe requiere honradez, esfuerzo, dedicación y perseverancia."
Elder David A. Bednar
Elder David A. Bednar
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