martes, 23 de noviembre de 2010

Invitarlo a Ntra. Vida


"Podemos recibir y reconocer más fácilmente el Espíritu del Señor si lo invitamos debidamente a nuestra vida. No podemos obligar, ejercer coerción o mandar al Espíritu Santo; más bien, debemos invitarlo a nuestra vida con la misma bondad y ternura con la que Él nos trata. Nuestras invitaciones para tener la compañía del Espíritu Santo ocurren de muchas maneras: al hacer convenios y cumplirlos; al orar sinceramente de manera personal y con la familia; al escudriñar diligentemente las Escrituras; al fortalecer las relaciones adecuadas con familiares y amigos; al procurar pensamientos, actos y palabras virtuosos; y al adorar en nuestros hogares, en el santo templo y en la iglesia. Por el contrario, el quebrantar convenios y compromisos o nuestra indiferencia hacia ellos, el no orar y estudiar las Escrituras, y los pensamientos, actos y palabras inapropiados hacen que el Espíritu se aleje de nosotros o que nos evite totalmente."
Elder David A. Bednar
Pág/Princ.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Asistencia al Templo

"Todos nuestros esfuerzos por proclamar el Evangelio, por perfeccionar a los santos y por redimir a los muertos conducen al santo templo. La razón se debe a que las ordenanzas que allí se efectúan son absolutamente imprescindibles, ya que sin ellas no podemos volver a la presencia de Dios. En verdad, el Señor desea que Su pueblo sea gente deseosa de asistir al templo. El deseo más grande de mi corazón es que todos los miembros de la Iglesia sean dignos de entrar en el templo. Desearía que todo miembro adulto fuera digno de obtener una recomendación para entrar en el templo y que la tuviera, aun cuando viva lejos de él y no pueda asistir inmediatamente ni muy seguido. Seamos una gente que ame el templo y que esté deseosa de asistir a él. No nos demoremos en ir al templo con la frecuencia que el tiempo, los recursos y las circunstancias personales nos lo permitan. Vayamos, no solamente para efectuar la obra en favor de nuestros parientes fallecidos, sino también para recibir las bendiciones personales que se obtienen mediante la adoración en el templo, y para sentir la santidad y la seguridad que reinan dentro de esas sagradas y consagradas paredes. El templo es un lugar de belleza, es un lugar de revelación, es un lugar de paz. Es la Casa del Señor. Es un sitio santo para Él y debería serlo también para nosotros."
Pte. Howard W. Hunter

Pincipios Fundamentales

"Creo que la mayoría de nosotros comprende, por intuición, cuán importantes son los principios básicos; sólo que a veces nos distraemos por tantas cosas que parecen más atractivas. El material impreso, la amplia gama de medios de comunicación, las herramientas y los artefactos electrónicos --todos útiles si se usan correctamente-- pueden convertirse en pasatiempos perjudiciales o en frías cámaras de aislamiento. Sin embargo, en medio de la multitud de voces y opciones, el humilde Hombre de Galilea sigue con las manos extendidas, esperando. Su mensaje es sencillo: "Ven, sígueme". Y no habla por un megáfono de gran alcance, sino con una voz apacible y delicada. Es muy fácil que el mensaje básico del Evangelio pase desapercibido entre la oleada de información que nos inunda desde todas direcciones. En las sagradas Escrituras y en la palabra hablada de los profetas vivientes se hace hincapié en los principios y las doctrinas fundamentales del Evangelio. La razón por la que volvemos a esos principios fundamentales, a las doctrinas puras, es porque son la puerta de entrada a las verdades de profundo significado. Son la puerta a las experiencias de sublime importancia que de otra manera escaparían a nuestra capacidad de comprensión. Esos principios básicos y sencillos son la clave para vivir en armonía con Dios y con el hombre; son las llaves que abren las ventanas de los cielos; nos conducen a la paz, al gozo y a la comprensión que el Padre Celestial ha prometido a Sus hijos que Lo escuchan y obedecen."
Pte. Dieter F. Uchtdorf

Su Cetro

"Cuando la fe se entiende y se utiliza apropiadamente, tiene resultados de alcance extraordinario. Ese tipo de fe puede transformar la vida de una persona de actividades diarias sentimentales y corrientes a una sinfonía de gozo y felicidad. El ejercicio de la fe es vital para el plan de felicidad del Padre Celestial. Pero la verdadera fe, la fe para salvación, se centra en el Señor Jesucristo, es la fe en Sus doctrinas y enseñanzas, fe en la guía profética del ungido del Señor, fe en la capacidad de descubrir características y rasgos escondidos que pueden transformar la vida. Verdaderamente, la fe en el Salvador es un principio de acción y poder. La fe es un elemento básico fundamental de la creación. Estoy seguro de que el Salvador Jesucristo utiliza la fe en Su capacidad para actuar bajo la dirección del Padre Celestial. El Maestro la utilizó para crear las galaxias más remotas así como para componer los quarks, las partículas de materia más pequeñas que conocemos en la actualidad. Sin embargo, tengo fe de que aún hay elementos básicos más pequeños en la maravilla de la creación. La fe en el futuro se demuestra cuando una pareja se sella en el templo. Los integrantes de ella comprenden que por medio de la obediencia a las enseñanzas de Jesucristo y al plan de felicidad de nuestro Padre Celestial, pueden tener una vida dichosa juntos; ellos reconocen que cuando vengan los desafíos que procuran ser oportunidades de progreso, hallarán formas, impulsados por el Espíritu Santo, para superarlos de modo que sean productivos y edifiquen el carácter. El carácter se teje pacientemente con los hilos de los principios, la doctrina y la obediencia puestos en práctica."
Elder Richard G. Scott

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Proteger Nuestro Albedrío

"En nuestra jornada terrenal, es útil recordar que lo opuesto es también verdadero: Cuando no guardamos los mandamientos ni los susurros del Espíritu Santo, se reducen nuestras oportunidades; nuestras facultades para actuar y progresar disminuyen. Cuando Caín tomó la vida de su hermano porque amaba a Satanás más que a Dios, se detuvo su progreso espiritual. En mi juventud aprendí una importante lección sobre cómo nuestras acciones pueden limitar nuestra libertad. Un día mi padre me asignó barnizar un piso de madera. Decidí comenzar en la puerta y continuar hacia el interior de la habitación. Cuando estaba por terminar, me di cuenta de que no había manera de salir. No había ventana ni puerta al otro lado. Estaba como en un callejón sin salida y no podía salir. Estaba atrapado. Siempre que desobedecemos, nos encontramos espiritualmente en un callejón sin salida y somos cautivos de nuestras elecciones. A pesar de estar atrapados espiritualmente, siempre hay una forma de regresar. Al igual que el arrepentimiento, el regresar y caminar por el piso recién barnizado significa trabajar mucho para volver a lijarlo y renovar el acabado. Regresar al Señor no es fácil, pero vale la pena. Al entender el desafío del arrepentimiento, agradecemos las bendiciones del Espíritu Santo al guiar nuestro albedrío, y las del Padre Celestial, quien nos da mandamientos, nos fortalece y sustenta para guardarlos. También entendemos la forma en que la obediencia a los mandamientos, al fin de cuentas, protege nuestro albedrío."
Elder Robert D. Hales

martes, 16 de noviembre de 2010

Respuestas Confiables


"El mundo está repleto de muchísimos libros para autodidactas; infinidad de expertos autoproclamados; de tantos teóricos, educadores y filósofos que ofrecen asesoramiento y consejos casi para cualquier cosa. Con la tecnología actual, sólo estamos a un clic de cualquier información sobre un tema en particular. Resulta fácil caer en la trampa de acudir al "brazo de la carne" en busca de consejo para todo, desde cómo criar a nuestros hijos hasta cómo hallar la felicidad. Si bien alguna información tiene su mérito, los miembros de la Iglesia tenemos acceso a la fuente de la verdad pura: Dios mismo. Haríamos bien en buscar respuesta a nuestros problemas y preguntas investigando lo que el Señor ha revelado por conducto de Sus profetas. Gracias a esa misma tecnología, tenemos a la mano el acceso a las palabras de los profetas sobre casi cualquier tema. A algunos puede parecerles que las enseñanzas de los profetas sean anticuadas, impopulares o hasta imposibles. Pero Dios es un Dios de orden y ha establecido un sistema por el cual podemos conocer Su voluntad. Confiar en los profetas y seguirlos. Es más que una bendición y un privilegio."
Elder Kevin R. Duncan, 

lunes, 1 de noviembre de 2010

Revelación - Lleva al éxito


"La capacidad de reunir los requisitos para recibir revelación personal y actuar de acuerdo con ella es la aptitud más importante que se pueda lograr en la vida. El ser dignos de tener el Espíritu del Señor empieza con el deseo de tener ese Espíritu, e implica cierto grado de dignidad. El guardar los mandamientos, arrepentirse y renovar los convenios hechos a la hora del bautismo conducen a la bendición de siempre tener el Espíritu del Señor con nosotros. Se encuentran muchas respuestas a preguntas difíciles al leer las Escrituras, porque ellas contribuyen a la revelación. La percepción que se recibe de las Escrituras se acumula con el tiempo, por eso es importante dedicar tiempo todos los días a las Escrituras. La oración diaria también es esencial para tener el Espíritu del Señor con nosotros. Los que con sinceridad buscan ayuda mediante la oración y el estudio de las Escrituras muchas veces tienen lápiz y papel a mano para escribir preguntas y anotar impresiones e ideas. La revelación puede venir hora tras hora y momento tras momento al hacer lo correcto. Para reducir las distracciones se requiere un esfuerzo consciente, pero tener el Espíritu de revelación hace posible que triunfemos ante la oposición y perseveremos con fe en días difíciles y en tareas esenciales rutinarias."
Hna. Julie B. Beck