"Pese a nuestras circunstancias, cada uno de nosotros tiene mucho por lo que debe estar agradecido si tan sólo nos detenemos y contemplamos nuestras bendiciones. Éste es un tiempo maravilloso para estar en la tierra. Si bien hay mucho que no está bien en el mundo actualmente, hay muchas cosas que son rectas y buenas. Hay matrimonios que salen adelante, padres que aman a sus hijos y se sacrifican por ellos, amigos que se preocupan por nosotros y nos ayudan, maestros que enseñan. Somos bendecidos de incontables maneras. Podemos elevarnos a nosotros mismos y a los demás también si nos negamos a permanecer en la esfera del pensamiento negativo y cultivamos en nuestro corazón una actitud de gratitud. Si se cuenta la ingratitud entre los pecados más graves, entonces la gratitud toma su lugar entre las virtudes más nobles. Alguien ha dicho que la gratitud no es sólo la más grandiosa de las virtudes, sino la madre de todas las demás. Muchas veces no valoramos a las personas que más merecen nuestra gratitud. No esperemos hasta que sea demasiado tarde para expresar esa gratitud. La pérdida de seres queridos casi inevitablemente trae algún remordimiento a nuestro corazón. Disminuyamos esos sentimientos todo lo humanamente posible al expresarles con frecuencia nuestro amor y gratitud. Nunca se sabe cuán pronto será demasiado tarde. Por tanto, un corazón agradecido se logra al expresar gratitud a nuestro Padre Celestial por Sus bendiciones y a aquellos que nos rodean por todo lo que aportan a nuestra vida."
Pte. Thomas S. Monson
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Pte. Thomas S. Monson
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