"El amor puro implica que únicamente después de una promesa de fidelidad eterna, de una ceremonia legal y lícita, y preferiblemente después de la ordenanza de sellamiento en el templo, se liberan esos poderes que dan vida para la plena expresión del amor. Se ha de compartir única y exclusivamente entre el hombre y la mujer, el esposo y la esposa, con el que será nuestro compañero para siempre. El Evangelio es sumamente claro en cuanto a esto. Somos libres de no hacer caso a los mandamientos, pero cuando en las revelaciones se habla en términos tan directos, como "no harás", vale más que prestemos atención. El adversario tiene celos de todos los que tienen el poder de procrear. Satanás no puede procrear; es impotente. ".él busca que todos los hombres sean miserables como él". Él, trata de degradar el debido uso de los poderes procreadores tentándolos a ustedes para que sostengan relaciones inmorales. Levantamos una voz de alarma y advertimos a los miembros de la Iglesia que despierten y se den cuenta de lo que está pasando. Padres, estén alerta, siempre vigilantes, no sea que esta maldad amenace su círculo familiar. Nosotros enseñamos una norma de conducta moral que nos protegerá de muchos de los substitutos o de las falsificaciones del matrimonio provenientes de Satanás. Es preciso que entendamos que cualquier persuasión que se haga para entrar en cualquier relación que no esté en armonía con los principios del Evangelio, debe ser inapropiada."
Pte Boyd K. Packer
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