"Todos los rasgos del carácter que deben converger en el preciado proceso de la edificación del carácter son interactivos: el desarrollo de uno acelera el de los demás. La edificación del carácter forma la parte más difícil del progreso personal, puesto que requiere fe y paciencia, y el ceñirse a los planes divinos. Tenemos también costos adicionales ocasionados por el exceso de emociones. No es fácil seguir mansamente adelante después de haber probado el fracaso. No resulta sencillo corregir nuestros errores por medio del arrepentimiento, sobre todo cuando nuestro orgullo nos susurra que vamos bastante bien. De igual modo, siempre resulta tentador emplear sustitutos terrenales baratos en vez de edificar un carácter como el de Cristo. Estos sustitutos, como el ingenio en vez de la bondad o la apariencia en vez de la esencia, no sobreviven cuando los vientos y las lluvias golpean contra unos cimientos ruinosos. Es más, al seguir los atajos, terminamos por toparnos con el terrible hundimiento o derrumbe. ¡Podemos caer! Todo discipulado serio, por tanto, requiere de nuestra seria remodelación. Se representa a Cristo como la Roca por muchas razones. No hallaremos fisuras en Su cimiento; Él nunca nos decepciona; jamás nos falla; siempre podemos contar con Su amor; nunca deja de cumplir con Sus propósitos."
Elder Neal A. Maxwell
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