lunes, 25 de abril de 2011

Expiación

"En muchos pasajes de las Escrituras, los profetas emplean casi indistintamente las expresiones sentir gozo y sentir el Espíritu Santo. Al entender que estar lleno de gozo implica estar lleno del Espíritu Santo, nos damos cuenta de que la verdadera felicidad se obtiene al arrepentirnos de nuestros pecados y vivir dignos del Espíritu. Además, cuando sentimos el Espíritu, recibimos una gran medida de gozo por saber que estamos siendo santificados ante Dios. El gozo, que es fruto del arrepentimiento, es evidente en muchos niveles. En primer lugar están el gozo y el consuelo que siente el corazón del alma arrepentida cuando desaparece la carga del pecado. En segundo lugar tenemos los profundos sentimientos de gozo y amor que reciben los que ayudan a otras personas a pasar por el proceso del arrepentimiento. Y por último tenemos los sentimientos de gozo de un amoroso Salvador que nos ve seguir Sus enseñanzas y confiar en el poder curativo de Su sacrificio expiatorio. Al aplicar la Expiación a nuestra vida, debemos reflexionar en el Salvador y en el don infinito que nos dio, debemos ejercer fe en Él y buscar la confirmación espiritual de que puede redimirnos de nuestros pecados y debilidades, y de que así lo hará. De ese modo sentiremos el gozo y la paz que sólo puede manifestársenos por medio del Espíritu Santo. No puedo evitar el imaginarme la sensación de plenitud que debe sentir el Salvador cada vez que nos arrepentimos de nuestros pecados y aplicamos Su sacrificio expiatorio a nuestra vida."
Elder Craig C. Christensen
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