En algunas ocaciones he mencionado tener ciertas reservas en nuestra vida a fin de proveer nuestras necesidades. He dicho: algunos depósitos son para reservas de agua, otras de comida, como lo hacemos en nuestro programa de bienestar y como lo hizo José en Egipto durante los siete años de abundancia. También debe haber reservas de conocimiento para satisfacer necesidades futuras, reservas de coraje para vencer los torrentes de temor que traen incertidumbre a nuestra vida, reservas de fotaleza que nos ayuden a sobrellevar las frecuentes cargas del trabajo y de las enfermedades, reservas de bonda, reservas de vigor, reservas de fe.
Sí, especialmente reservas de fe, para que cuando el mundo nos oprima, permanezcamos firmes y fuertes. Cuando las tentaciones del mundo decayente que nos rodea nos roben nuestras energías, agoten nuestras vitalidad espiritual y traten de abatirnos, necesitamos una reserva de fe que pueda guiar a los adolescentes y fóvenes y adultos a través de los momentos de aburrimiento, de dificultades y de terror, a través de las decepciones, las desiluciones, y los años de adversidad, carencias, confucion y frutración."
Pte. Kimball
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