"A lo largo de los siglos, muchas personas han muerto sin conocimiento del Evangelio. Algunas de esas personas son sus familiares cercanos o lejanos que están esperando que usted lleve a cabo la investigación necesaria para vincular sus familias y efectuar las ordenanzas salvadoras a favor de ellos. La mayoría de los templos del mundo no están suficientemente ocupados. El Señor ha prometido que los corazones se volverían hacia los padres, para que la tierra no sea totalmente asolada a Su venida. Hay bendiciones personales que se reciben como resultado de participar en la obra del templo y de historia familiar. Una de ellas es el gozo que se siente al servir a los antepasados, y otra es el hecho de que se reúnen los requisitos para recibir la recomendación para el templo, la cual representa tu dignidad ante el Señor. Aquellos que actualmente no sean dignos del privilegio de tener una recomendación deberán estar en contacto con el obispo o presidente de rama para lograrlo lo antes posible. Les ruego que no se priven de tan vital requisito. Testifico que la Expiación es real y que los pecados pueden ser perdonados tras el debido arrepentimiento. Al participar en la obra del templo y de historia familiar, tenemos la certeza de tener el Espíritu para que nos consuele en nuestros desafíos y nos guíe en decisiones importantes."
Julie B. Beck
Pág/Princ.
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