lunes, 11 de enero de 2010

Metas

"Permitidme que os hable de una de las metas que me propuse cuando era apenas un jovencito. Al oír a una de las autoridades de la Iglesia decirnos que debíamos leer las Escrituras, recapacité que nunca había leído la Biblia. Esa misma noche, al terminar el sermón, me fui a casa, subí a mi cuarto, encendí una pequeña lámpara de aceite que se hallaba sobre una mesa, y leí los primeros capítulos de Génesis. Un año después cerré la Biblia, tras haber leído cada uno de los capítulos de ese libro grande y glorioso. Descubrí que esa Biblia que estaba leyendo estaba compuesta de 66 libros; estuve a punto de desanimarme cuando vi que contenía 1189 capítulos comprendidos en 1519 páginas. Era una tarea formidable, pero sabía que si otros lo habían hecho, yo también podía hacerlo. Comprobé que había ciertas partes que eran difíciles de comprender para un joven de catorce años, y algunas páginas no me eran de un interés particular; pero después de haber leído los 66 libros y los 1189 capítulos de las 1519 páginas, sentí la gran satisfacción de saber que me había impuesto una meta y la había logrado. No os relato esto para jactarme; sólo lo estoy usando como un ejemplo para decir que si yo pude hacerlo a la luz de una lámpara de aceite, vosotros podéis hacerlo a la luz de una eléctrica. Siempre he sentido gozo por haber leído la Biblia de principio a fin."
Pte. Spencer W. Kimball
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