jueves, 30 de diciembre de 2010

Testimonio


"Es una fuente de gozo ilimitado para mí y llena mi corazón más allá de mi poder de expresión el contemplar el hecho de que Dios, nuestro Padre Celestial, y nuestro Señor Jesucristo han visitado la tierra y de nuevo han revelado el Evangelio al hombre; y me llena de agradecimiento y gratitud, mucho más de lo que pueda expresar, el que Él me haya bendecido con el conocimiento de la divinidad de la obra en la que estamos embarcados. Mi constante y ferviente oración a Él siempre ha sido que mi mente jamás se oscurezca, que nunca me aparte del sendero de la rectitud, sino que, a medida que me adentre en años, aumente mi comprensión, que la luz y la inspiración del Espíritu de Dios arda en mi corazón e ilumine mi entendimiento y me mantenga firme y fiel al servicio de mi Padre Celestial. Y quiero decirles a los Santos de los Últimos Días que es nuestro deber, habiendo recibido un testimonio de la divinidad de la obra en la que estamos embarcados, poner de tal manera en orden nuestra vida día tras día que la obra de Dios reciba gloria mediante las buenas obras que realicemos; que de tal forma dejemos brillar nuestra luz para que los hombres, al ver nuestras buenas obras, glorifiquen a Dios."
Pte. Heber J. Grant

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martes, 28 de diciembre de 2010

Revelación

"Como humildes siervos del Salvador, debemos pedir en oración que las manifestaciones del Espíritu Santo vengan a nosotros en nuestro servicio y a aquellos a quienes servimos. La oración humilde a nuestro Padre Celestial, con profunda fe en Jesucristo, es esencial para ser dignos de la compañía del Espíritu Santo. La humildad y la fe que invitan a los dones espirituales aumentan cuando leemos, estudiamos y meditamos las Escrituras. Todos hemos oído esas palabras, pero quizá leamos unas pocas líneas o páginas de las Escrituras por día y esperemos que sea suficiente. Sin embargo, leer, estudiar y meditar no son la misma cosa. Al leer palabras quizás obtengamos ideas. Al estudiar, quizás descubramos modelos que se repiten y conexiones entre pasajes. Pero al meditar, invitamos a la revelación por medio del Espíritu. Meditar, para mí, es pensar y orar después de leer y estudiar las Escrituras con detenimiento."
Pte. Henry B. Eyring

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jueves, 23 de diciembre de 2010

Historia nueva

"La historia de Jesús el Cristo es una historia de antaño que siempre permanece nueva. Cuanto más a menudo leo acerca de Su vida y Sus obras, mayor es el gozo, la paz, la felicidad y la satisfacción que llenan mi alma. Siempre hay un nuevo encanto que percibo al meditar en Sus palabras y en el plan de vida y salvación que Él enseñó a los hombres durante Su vida sobre la tierra. Todos sabemos que nunca ha vivido sobre la tierra una persona que haya ejercido la misma influencia sobre el destino del mundo que la que ejerció nuestro Señor y Salvador, Jesucristo; y, sin embargo, nació en la oscuridad, acunado en un pesebre. Eligió para que fueran Sus apóstoles a pescadores pobres e iletrados. Han pasado [más de] mil novecientos años desde Su crucifixión y, no obstante, en todo el mundo, a pesar de todos los conflictos y el caos, aún perdura en el corazón de millones de personas el testimonio de la divinidad de la obra que llevó a cabo."
Pte. Heber J. Grant
 
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lunes, 20 de diciembre de 2010

NAVIDAD

"La época de Navidad es maravillosa en muchos sentidos; es una época de actos caritativos de bondad y amor fraternal; es una época para reflexionar más en nuestra vida y en las muchas bendiciones que tenemos; es una época para perdonar y ser perdonados; es una época para disfrutar de la música y las luces, de las celebraciones y los presentes. Pero el brillo de la época nunca debe opacar nuestra visión e impedirnos realmente ver al Príncipe de Paz en Su majestad. Hagamos de la época navideña de este año una época de regocijo y celebración, una época en la que reconozcamos el milagro de que nuestro Dios Todopoderoso envió a Su Hijo Unigénito, Jesucristo, para redimir al mundo."
Pte. Dieter F. Uchtdorf
 
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Humildad


"Algunas personas suponen que la humildad tiene que ver con sentirnos culpables e indignos. La humildad no significa convencernos a nosotros mismos de que tenemos poco o ningún valor, ni de que somos insignificantes. Tampoco quiere decir negar o esconder los talentos que Dios nos ha dado. No logramos humildad al pensar menos de nosotros mismos; logramos humildad al pensar menos en nosotros mismos. La humildad llega conforme nos ocupamos de nuestra labor con la actitud de servir a Dios y a nuestros semejantes. La humildad dirige nuestra atención y amor hacia los demás y hacia los propósitos del Padre Celestial. El orgullo hace lo opuesto. El orgullo saca su energía y su fuerza de los profundos abismos del egoísmo. En el momento en que dejamos de obsesionarnos con nosotros mismos y nos entregamos al servicio, nuestro orgullo disminuye y comienza a morir. Mis queridos hermanos, hay tantas personas necesitadas en quienes podríamos pensar en vez de pensar en nosotros mismos, y por favor no se olviden nunca de su familia y de su propia esposa. Hay tantas formas en las que podríamos prestar servicio. No tenemos tiempo para estar absortos en nosotros mismos."
Pte. Dieter F. Uchtdorf

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jueves, 9 de diciembre de 2010

Erradicar la Rebeldía


"El Salvador asegura: ".si no se obstina su corazón ni se endurece su cerviz en contra de mí, serán convertidos y yo los sanaré" (DyC 112:13). Ustedes y yo podemos aceptar Su invitación: "[Vuelvan y arrepiéntanse], y vengan a mí con íntegro propósito de corazón, y yo los [sanaré]" (3 Nefi 18:32). Hermanos, sólo hallaremos la sanación y el alivio cuando nos pongamos a los pies del Gran Médico, nuestro Salvador Jesucristo. Debemos abandonar nuestras armas de rebelión (y cada uno sabemos cuáles son). Debemos abandonar el pecado, la vanidad y el orgullo. Debemos hacer a un lado nuestros deseos de seguir al mundo y de ser respetados y alabados por el mundo. Debemos dejar de combatir contra Dios y, por el contrario, darle todo nuestro corazón, sin retener nada. Entonces nos podrá sanar. Entonces nos podrá limpiar del venenoso aguijón del pecado."
Elder Patrick Kearon

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El Orgullo


"El orgullo es pecaminoso ya que produce odio u hostilidad y nos coloca en oposición a Dios y a nuestros semejantes. Esencialmente, el orgullo es un pecado de comparación, porque, aunque por lo general comienza con: "Mira qué maravilloso soy y qué cosas grandiosas he hecho", siempre parece terminar con: "Por lo tanto, soy mejor que tú". Cuando nuestro corazón está lleno de orgullo, cometemos un grave pecado, porque violamos los dos grandes mandamientos. En lugar de adorar a Dios y amar a nuestro prójimo, ponemos de manifiesto el verdadero objeto de nuestro amor y adoración: la imagen que vemos en el espejo. El orgullo es el gran pecado de elevarse a uno mismo. Para muchas personas es un Rameúmptom personal, un púlpito santo que justifica la envidia, la codicia y la vanidad. En cierto sentido, el orgullo es el pecado original, porque antes de la fundación de esta tierra, el orgullo hizo caer a Lucifer, un hijo de la mañana "que tenía autoridad delante de Dios". Si el orgullo puede corromper a alguien tan capaz y prometedor como él, ¿no deberíamos examinar también nuestra propia alma?"
Pte. Dieter F. Uchtdorf

jueves, 2 de diciembre de 2010

La Gratitud


"Pese a nuestras circunstancias, cada uno de nosotros tiene mucho por lo que debe estar agradecido si tan sólo nos detenemos y contemplamos nuestras bendiciones. Éste es un tiempo maravilloso para estar en la tierra. Si bien hay mucho que no está bien en el mundo actualmente, hay muchas cosas que son rectas y buenas. Hay matrimonios que salen adelante, padres que aman a sus hijos y se sacrifican por ellos, amigos que se preocupan por nosotros y nos ayudan, maestros que enseñan. Somos bendecidos de incontables maneras. Podemos elevarnos a nosotros mismos y a los demás también si nos negamos a permanecer en la esfera del pensamiento negativo y cultivamos en nuestro corazón una actitud de gratitud. Si se cuenta la ingratitud entre los pecados más graves, entonces la gratitud toma su lugar entre las virtudes más nobles. Alguien ha dicho que la gratitud no es sólo la más grandiosa de las virtudes, sino la madre de todas las demás. Muchas veces no valoramos a las personas que más merecen nuestra gratitud. No esperemos hasta que sea demasiado tarde para expresar esa gratitud. La pérdida de seres queridos casi inevitablemente trae algún remordimiento a nuestro corazón. Disminuyamos esos sentimientos todo lo humanamente posible al expresarles con frecuencia nuestro amor y gratitud. Nunca se sabe cuán pronto será demasiado tarde. Por tanto, un corazón agradecido se logra al expresar gratitud a nuestro Padre Celestial por Sus bendiciones y a aquellos que nos rodean por todo lo que aportan a nuestra vida."
Pte. Thomas S. Monson
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martes, 23 de noviembre de 2010

Invitarlo a Ntra. Vida


"Podemos recibir y reconocer más fácilmente el Espíritu del Señor si lo invitamos debidamente a nuestra vida. No podemos obligar, ejercer coerción o mandar al Espíritu Santo; más bien, debemos invitarlo a nuestra vida con la misma bondad y ternura con la que Él nos trata. Nuestras invitaciones para tener la compañía del Espíritu Santo ocurren de muchas maneras: al hacer convenios y cumplirlos; al orar sinceramente de manera personal y con la familia; al escudriñar diligentemente las Escrituras; al fortalecer las relaciones adecuadas con familiares y amigos; al procurar pensamientos, actos y palabras virtuosos; y al adorar en nuestros hogares, en el santo templo y en la iglesia. Por el contrario, el quebrantar convenios y compromisos o nuestra indiferencia hacia ellos, el no orar y estudiar las Escrituras, y los pensamientos, actos y palabras inapropiados hacen que el Espíritu se aleje de nosotros o que nos evite totalmente."
Elder David A. Bednar
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jueves, 18 de noviembre de 2010

Asistencia al Templo

"Todos nuestros esfuerzos por proclamar el Evangelio, por perfeccionar a los santos y por redimir a los muertos conducen al santo templo. La razón se debe a que las ordenanzas que allí se efectúan son absolutamente imprescindibles, ya que sin ellas no podemos volver a la presencia de Dios. En verdad, el Señor desea que Su pueblo sea gente deseosa de asistir al templo. El deseo más grande de mi corazón es que todos los miembros de la Iglesia sean dignos de entrar en el templo. Desearía que todo miembro adulto fuera digno de obtener una recomendación para entrar en el templo y que la tuviera, aun cuando viva lejos de él y no pueda asistir inmediatamente ni muy seguido. Seamos una gente que ame el templo y que esté deseosa de asistir a él. No nos demoremos en ir al templo con la frecuencia que el tiempo, los recursos y las circunstancias personales nos lo permitan. Vayamos, no solamente para efectuar la obra en favor de nuestros parientes fallecidos, sino también para recibir las bendiciones personales que se obtienen mediante la adoración en el templo, y para sentir la santidad y la seguridad que reinan dentro de esas sagradas y consagradas paredes. El templo es un lugar de belleza, es un lugar de revelación, es un lugar de paz. Es la Casa del Señor. Es un sitio santo para Él y debería serlo también para nosotros."
Pte. Howard W. Hunter

Pincipios Fundamentales

"Creo que la mayoría de nosotros comprende, por intuición, cuán importantes son los principios básicos; sólo que a veces nos distraemos por tantas cosas que parecen más atractivas. El material impreso, la amplia gama de medios de comunicación, las herramientas y los artefactos electrónicos --todos útiles si se usan correctamente-- pueden convertirse en pasatiempos perjudiciales o en frías cámaras de aislamiento. Sin embargo, en medio de la multitud de voces y opciones, el humilde Hombre de Galilea sigue con las manos extendidas, esperando. Su mensaje es sencillo: "Ven, sígueme". Y no habla por un megáfono de gran alcance, sino con una voz apacible y delicada. Es muy fácil que el mensaje básico del Evangelio pase desapercibido entre la oleada de información que nos inunda desde todas direcciones. En las sagradas Escrituras y en la palabra hablada de los profetas vivientes se hace hincapié en los principios y las doctrinas fundamentales del Evangelio. La razón por la que volvemos a esos principios fundamentales, a las doctrinas puras, es porque son la puerta de entrada a las verdades de profundo significado. Son la puerta a las experiencias de sublime importancia que de otra manera escaparían a nuestra capacidad de comprensión. Esos principios básicos y sencillos son la clave para vivir en armonía con Dios y con el hombre; son las llaves que abren las ventanas de los cielos; nos conducen a la paz, al gozo y a la comprensión que el Padre Celestial ha prometido a Sus hijos que Lo escuchan y obedecen."
Pte. Dieter F. Uchtdorf

Su Cetro

"Cuando la fe se entiende y se utiliza apropiadamente, tiene resultados de alcance extraordinario. Ese tipo de fe puede transformar la vida de una persona de actividades diarias sentimentales y corrientes a una sinfonía de gozo y felicidad. El ejercicio de la fe es vital para el plan de felicidad del Padre Celestial. Pero la verdadera fe, la fe para salvación, se centra en el Señor Jesucristo, es la fe en Sus doctrinas y enseñanzas, fe en la guía profética del ungido del Señor, fe en la capacidad de descubrir características y rasgos escondidos que pueden transformar la vida. Verdaderamente, la fe en el Salvador es un principio de acción y poder. La fe es un elemento básico fundamental de la creación. Estoy seguro de que el Salvador Jesucristo utiliza la fe en Su capacidad para actuar bajo la dirección del Padre Celestial. El Maestro la utilizó para crear las galaxias más remotas así como para componer los quarks, las partículas de materia más pequeñas que conocemos en la actualidad. Sin embargo, tengo fe de que aún hay elementos básicos más pequeños en la maravilla de la creación. La fe en el futuro se demuestra cuando una pareja se sella en el templo. Los integrantes de ella comprenden que por medio de la obediencia a las enseñanzas de Jesucristo y al plan de felicidad de nuestro Padre Celestial, pueden tener una vida dichosa juntos; ellos reconocen que cuando vengan los desafíos que procuran ser oportunidades de progreso, hallarán formas, impulsados por el Espíritu Santo, para superarlos de modo que sean productivos y edifiquen el carácter. El carácter se teje pacientemente con los hilos de los principios, la doctrina y la obediencia puestos en práctica."
Elder Richard G. Scott

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Proteger Nuestro Albedrío

"En nuestra jornada terrenal, es útil recordar que lo opuesto es también verdadero: Cuando no guardamos los mandamientos ni los susurros del Espíritu Santo, se reducen nuestras oportunidades; nuestras facultades para actuar y progresar disminuyen. Cuando Caín tomó la vida de su hermano porque amaba a Satanás más que a Dios, se detuvo su progreso espiritual. En mi juventud aprendí una importante lección sobre cómo nuestras acciones pueden limitar nuestra libertad. Un día mi padre me asignó barnizar un piso de madera. Decidí comenzar en la puerta y continuar hacia el interior de la habitación. Cuando estaba por terminar, me di cuenta de que no había manera de salir. No había ventana ni puerta al otro lado. Estaba como en un callejón sin salida y no podía salir. Estaba atrapado. Siempre que desobedecemos, nos encontramos espiritualmente en un callejón sin salida y somos cautivos de nuestras elecciones. A pesar de estar atrapados espiritualmente, siempre hay una forma de regresar. Al igual que el arrepentimiento, el regresar y caminar por el piso recién barnizado significa trabajar mucho para volver a lijarlo y renovar el acabado. Regresar al Señor no es fácil, pero vale la pena. Al entender el desafío del arrepentimiento, agradecemos las bendiciones del Espíritu Santo al guiar nuestro albedrío, y las del Padre Celestial, quien nos da mandamientos, nos fortalece y sustenta para guardarlos. También entendemos la forma en que la obediencia a los mandamientos, al fin de cuentas, protege nuestro albedrío."
Elder Robert D. Hales

martes, 16 de noviembre de 2010

Respuestas Confiables


"El mundo está repleto de muchísimos libros para autodidactas; infinidad de expertos autoproclamados; de tantos teóricos, educadores y filósofos que ofrecen asesoramiento y consejos casi para cualquier cosa. Con la tecnología actual, sólo estamos a un clic de cualquier información sobre un tema en particular. Resulta fácil caer en la trampa de acudir al "brazo de la carne" en busca de consejo para todo, desde cómo criar a nuestros hijos hasta cómo hallar la felicidad. Si bien alguna información tiene su mérito, los miembros de la Iglesia tenemos acceso a la fuente de la verdad pura: Dios mismo. Haríamos bien en buscar respuesta a nuestros problemas y preguntas investigando lo que el Señor ha revelado por conducto de Sus profetas. Gracias a esa misma tecnología, tenemos a la mano el acceso a las palabras de los profetas sobre casi cualquier tema. A algunos puede parecerles que las enseñanzas de los profetas sean anticuadas, impopulares o hasta imposibles. Pero Dios es un Dios de orden y ha establecido un sistema por el cual podemos conocer Su voluntad. Confiar en los profetas y seguirlos. Es más que una bendición y un privilegio."
Elder Kevin R. Duncan, 

lunes, 1 de noviembre de 2010

Revelación - Lleva al éxito


"La capacidad de reunir los requisitos para recibir revelación personal y actuar de acuerdo con ella es la aptitud más importante que se pueda lograr en la vida. El ser dignos de tener el Espíritu del Señor empieza con el deseo de tener ese Espíritu, e implica cierto grado de dignidad. El guardar los mandamientos, arrepentirse y renovar los convenios hechos a la hora del bautismo conducen a la bendición de siempre tener el Espíritu del Señor con nosotros. Se encuentran muchas respuestas a preguntas difíciles al leer las Escrituras, porque ellas contribuyen a la revelación. La percepción que se recibe de las Escrituras se acumula con el tiempo, por eso es importante dedicar tiempo todos los días a las Escrituras. La oración diaria también es esencial para tener el Espíritu del Señor con nosotros. Los que con sinceridad buscan ayuda mediante la oración y el estudio de las Escrituras muchas veces tienen lápiz y papel a mano para escribir preguntas y anotar impresiones e ideas. La revelación puede venir hora tras hora y momento tras momento al hacer lo correcto. Para reducir las distracciones se requiere un esfuerzo consciente, pero tener el Espíritu de revelación hace posible que triunfemos ante la oposición y perseveremos con fe en días difíciles y en tareas esenciales rutinarias."
Hna. Julie B. Beck

lunes, 25 de octubre de 2010

Padres, Disciplina, Educación


"Uno de los grandes desafíos que enfrentan los padres en la vida desde el principio ha sido el de lograr tener éxito en la importante tarea de criar a sus hijos. Esta gran responsabilidad puede brindarnos los mayores gozos y algunas de las mayores penas que la vida tiene para nosotros en la tierra. Cada hijo es distinto, por supuesto, y lo que da resultados con uno puede no dar el mismo resultado con otro. Sin embargo, considero que después de asegurar que cada hijo reciba el conocimiento del evangelio de nuestro Señor y Salvador, está la responsabilidad de enseñarles el gozo del trabajo honrado. El trabajar es algo más que el resultado final. Es una disciplina; es algo que debemos aprender a hacer, y a hacerlo bien antes de poder esperar recibir una recompensa tangible por nuestro trabajo. Enseñémosles también a nuestros hijos que el trabajo que se les asigne se lleve a cabo hasta su término; que se sientan orgullosos de lo que hayan logrado. Existe una satisfacción especial después de terminar una tarea, especialmente cuando es el mejor trabajo que sabemos que podemos hacer."
Elder L. Tom Perry

Vivir con Dignidad


"El recorrido de la vida no es una autopista sin obstáculos o barreras; más bien es un camino en el que se encuentran bifurcaciones y encrucijadas. Constantemente tenemos que tomar decisiones. Y para poder tomar las correctas necesitamos valentía: el valor de decir "no" y el valor de decir "sí". Estas serán decisiones que determinarán nuestro destino futuro. Todos necesitamos tener valor constantemente. Siempre ha sido así, y esto nunca cambiará. En los campos de batalla se presencian muchos actos de valor. Algunos quedan registrados en libros o preservados en película, mientras que otros se guardan indelebles en el corazón. Tengamos el valor de desafiar la opinión popular, el valor de defender lo que sea justo. Tener valor y no transigir es lo que complace a Dios. La valentía es una virtud positiva cuando no sólo significa morir con hombría sino también vivir con dignidad. Un cobarde moral es el que tiene miedo de hacer lo que sabe que es correcto porque otros pueden burlarse de él o condenarlo. Recordemos que todas las personas tienen sus temores pero que los que enfrentan lo que temen con dignidad, son las valientes."
Pte. Thomas S. Monson

Prioridades


"Deseo declarar manifiestamente que los mandamientos de Dios deben observarse a fin de recibir las bendiciones y las promesas del Salvador. Los Diez Mandamientos siguen siendo parte primordial del Evangelio de Cristo; con Su venida, llegaron nueva luz y vida que brindan una mayor medida de regocijo y de felicidad. Jesús introdujo una norma más elevada y más difícil de conducta humana, la cual es más sencilla así como también más difícil por motivo de que se centra en requisitos internos en lugar de externos. No sólo debemos evitar el mal y no sólo debemos hacer el bien, sino lo más importante es que debemos hacer lo que es de mayor valor. Debemos concentrarnos en las cosas internas del corazón, las que intuitivamente conocemos y valoramos, y que no obstante muchas veces dejamos a un lado por lo que es trivial, superficial o arrogante. Los principios salvadores y las doctrinas de la Iglesia están establecidos, son fijos e inmutables. La obediencia a ellos es indispensable para tener 'la paz en este mundo y la vida eterna en el mundo venidero'."
Pte. James E. Faust

jueves, 30 de septiembre de 2010

Servicio


"Sería difícil hallar a alguien que dudara de que el principio de prestar servicio al prójimo es bueno; sin embargo, puede haber algunos que no comprendan la gran importancia que Jesús adjudicó al servicio en nuestra religión. Para Él, tanto en su vida como en sus enseñanzas, no fue cosa de escoger hacer o no, puesto que dijo que quien no ayudara al prójimo no merecería la mayor de las bendiciones, que es la vida eterna. Las Escrituras así lo enseñan repetidamente: que las obras de servicio cristiano son expresiones del amor cristiano. La religión no está desvinculada de la vida; no es principios y ordenanzas, ni obra misional, ni liderazgo como un fin en sí mismos, sino que se manifiesta por la clase de personas que somos, así como por nuestra relación con nuestro Padre Celestial y su Hijo y todos los mandamientos; se manifiesta por la medida en que merecemos la aprobación de nuestra propia conciencia guiada por el Espíritu; se manifiesta por la forma en que tratamos a las demás personas. Me asombran sin cesar la buena voluntad y la bondad desinteresada con que tantas personas viven este sagrado mandamiento. Y es triste pensar que haya personas que, por creer en un evangelio sin regocijo, se pierdan las bendiciones especiales que aguardan a los que siguen por el sendero que estableció nuestro Salvador y que conduce al más intenso regocijo mediante el servicio cristiano y el sacrificio."
Elder Marion D. Hanks
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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Don del Espíritu


"Después de bautizarnos, recibimos el don del Espíritu Santo, pero muchas veces lo dejamos guardado y nos olvidamos de que Él nos ayudará en las decisiones más importantes de nuestra vida. El Señor nos dio este don porque sabía que afrontaríamos decisiones difíciles en la vida. El escuchar esta voz es vital para cultivar el buen discernimiento. Una relación en la que se escuche a menudo requiere que haya un ambiente tranquilo donde podamos tomarnos el tiempo para meditar y escuchar la voz suave y apacible. Este ambiente de paz es tanto externo como interno. Por lo tanto, requiere más que apagar la música del mundo o el estruendo de otros medios de comunicación; también requiere apagar el ruido del pecado que proviene de nuestra alma. Esto dará comienzo a la comunicación con el Espíritu que tanto necesitamos. Cristo dijo: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo". La paz que proviene de escuchar al Santo Espíritu elimina el temor de emitir un juicio equivocado en la vida."
Elder Gregory A. Schwitzer

Inspiración


"La promesa del Espíritu Santo que el Salvador hizo a los Doce es de importancia suprema para reconocer la función preeminente del Espíritu Santo, el tercer miembro de la Trinidad. El Espíritu Santo es un personaje de espíritu, el Consolador, que da testimonio del Padre y del Hijo, revela la verdad de todas las cosas y santifica a quienes se hayan arrepentido y bautizado. A Él se lo llama el Santo Espíritu de la Promesa y, como tal, confirma la aceptación de Dios de los hechos, ordenanzas y convenios justos de cada uno de nosotros. Aquellos que son sellados por el Santo Espíritu de la Promesa reciben todo lo que el Padre tiene. Vivimos en un mundo ruidoso y contencioso donde es posible ver u oír información, música e incluso puras insensateces prácticamente a toda hora del día. Si queremos tener la inspiración del Espíritu Santo, debemos encontrar tiempo para aminorar la marcha, meditar, orar y vivir de modo que seamos dignos de recibir Sus susurros y actuar en base a ellos. Evitaremos cometer grandes errores si hacemos caso a Sus advertencias. Es nuestro privilegio como miembros el recibir luz y conocimiento de Él hasta el día perfecto." 
Elder Quentin L. Cook

lunes, 13 de septiembre de 2010

Bondad

"Quizás los actos cristianos más significativos sean los que nunca se hacen en público. Son los que se llevan a cabo espontánea y anónimamente, sin esperar recompensa ni agradecimiento. La conducta cristiana se origina en pensamientos cristianos, ya que el Señor "mira el corazón". Por tal razón, las enseñanzas de Cristo y Sus características naturalmente se reflejarán en nuestras acciones. Sonreiremos más, hablaremos con bondad, seremos corteses, todas éstas acciones que parecen insignificantes, pero que pueden tener un gran impacto en nuestra vida. Si una sonrisa, un saludo o un gesto amable pueden hacer felices a otros, qué enorme es en realidad nuestra capacidad de beneficiar a todo el mundo con la bondad cristiana. La bondad y la amabilidad representan un nivel del servicio cristiano, pero hay otros niveles. A veces se nos pide que demos más de lo que pensamos que somos capaces de dar o más de lo que queremos dar, y quizás nos sentimos abrumados por las responsabilidades que tenemos y por lo que se espera de nosotros. Es entonces que aprendemos que seguir a Cristo también requiere sacrificio, dedicación y valor."
Elder Rex D. Pinegar
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viernes, 3 de septiembre de 2010

No estamos solos

"El arrepentimiento no es una doctrina implacable sino un medio de rescate; y está a disposición tanto del pecador empedernido como de la buena persona que se esfuerza por mejorar. El arrepentimiento requiere que abandonemos lo malo y nos volvamos a Dios. Cuando es preciso efectuar "un gran cambio", el arrepentimiento cabal exige que giremos en 180 grados y ¡sin mirar hacia atrás! Al principio, ese giro refleja un progreso en la conducta del plano telestial al plano terrestre; y más tarde a un plano de conducta celestial. Al dejar atrás los pecados del mundo telestial, nuestras faltas tienden cada vez más a ser pecados de omisión, lo cual a menudo nos impide consagrarnos por completo al Señor. El verdadero arrepentimiento no supone el tener una lista de lo que debamos hacer y verificarla en forma mecánica, sino una brida firme que sofrene nuestro yo natural. En el angustioso proceso del arrepentimiento, acaso pensemos a veces que Dios nos ha desamparado; la verdad es que nuestro comportamiento nos ha apartado de Él. Por eso, cuando estamos abandonando el mal pero todavía no nos hemos vuelto totalmente hacia Dios, somos muy vulnerables. No obstante, no debemos darnos por vencidos, sino tratar de alcanzar "su brazo de misericordia" que se extiende hacia nosotros "todo el día". A diferencia de lo que nosotros hacemos, Dios no tiene horas de oficina."
Elder Neal A. Maxwell

lunes, 30 de agosto de 2010

Reverencia

"Cuando nos reunimos para aprender las doctrinas del evangelio, deberíamos hacerlo en un espíritu de reverencia. La inspiración se hace presente con más facilidad en medio de un clima pacífico. Las Escrituras están repletas de pasajes en los que se mencionan palabras tales como "apacible", "quieto", "calmo". La primera orden emitida por un comandante que se apresta a hacer una invasión militar es la de interferir con los canales de comunicación de aquellos a quienes intenta conquistar. La irreverencia satisface los propósitos del adversario al obstruir los delicados canales de revelación tanto de la mente como del espíritu. Nuestras reuniones sacramentales y otras requieren una atención renovada para asegurarnos de que sean verdaderos servicios de adoración en los cuales los miembros puedan verse satisfechos espiritualmente y ver sus testimonios fortalecidos, y en los cuales los investigadores puedan sentir esa inspiración tan esencial para la conversión espiritual. Nadie puede sobrevivir en el mundo actual, y mucho menos bajo las condiciones en las que dentro de poco nos tocará vivir, sin inspiración personal. El espíritu de reverencia puede y debe manifestarse en toda organización de la Iglesia y en la vida de todo miembro."
Elder Boyd K. Packer

lunes, 23 de agosto de 2010

La Voz Suave ...

"Las voces que proceden de los cielos penetran el corazón con sus declaraciones delicadas y convincentes. A menudo la esperanza, el aliento y la guía provienen de una voz suave y penetrante. Estas voces las oyen sólo aquellos que están dispuestos a escuchar. La comunicación que establecemos con otras personas en un tono suave y apacible puede granjearnos amistades invalorables. Admiro a quienes no tienen necesidad de levantar la voz para exponer su punto de vista o convencer. Parece ser que las personas que discuten y gritan niegan la contribución que podría llegar a dar la voz suave y apacible. Tened siempre presente que uno de los dones más grandes es la voz suave y apacible del Espíritu Santo que nos guía en la vida y hace posible obtener los mayores testimonios."
Elder Marvin J. Ashton
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jueves, 19 de agosto de 2010

Necesidad de Ejemplos


"La supervivencia de una sociedad libre depende en alto grado de la divinamente inspirada tabla de valores y de la conducta moral establecida por los padres de la patria. La gente debe tener confianza en sus instituciones y en sus líderes. Grande es la necesidad actual de líderes que ejemplifiquen la verdad, la honradez y la decencia, tanto en los cargos públicos como en la vida privada. La honradez no sólo es el mejor plan de acción, sino ¡el único! Alguien dijo: "Hemos relegado la Regla de Oro a la memoria. Releguémosla ahora a la vida". La enseñanza de nuestro Salvador: "Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos" (Mateo7:12), debe constituir la base de todas las relaciones humanas. Ahora es el momento de rededicar nuestra vida a los ideales y a los valores eternos, a hacer los cambios que sea preciso hacer en nuestra propia vida y conducta para conformarlas a las enseñanzas de nuestro Salvador."
Elder David B. Haight

lunes, 16 de agosto de 2010

Obra Misional


"Ahora bien, ¿qué será del futuro?, ¿qué sucederá en los años que están por delante? Se ve prometedor. La gente está empezando a vernos por lo que somos y por los valores que profesamos. Si avanzamos sin perder la visión de nuestra meta, sin hablar mal de nadie, viviendo los grandes principios que sabemos que son verdaderos, la causa del Evangelio avanzará en majestad y poder para llenar la tierra. Se abrirán las puertas que hoy están cerradas para la prédica del Evangelio. El Todopoderoso, si es necesario, hará estremecer a las naciones para humillarlas y hacerlas escuchar a los siervos del Dios viviente. Lo que sea necesario se llevará a cabo. Los grandes desafíos que enfrentamos y la clave del éxito de la obra será la fe de todos los que se llamen a sí mismos Santos de los Últimos Días. Nuestras normas son claras e inequívocas; no es necesario que les pongamos peros; no es preciso que las analicemos por la razón. Están establecidas en el Decálogo escrito por el dedo del Señor en el Monte Sinaí; se encuentran en el Sermón del Monte en las palabras del Señor mismo; las encontramos en otras partes de Sus enseñanzas y se encuentran claramente establecidas en las palabras de las revelaciones modernas. Desde el principio nos han servido como nuestro código de conducta, y deben seguir haciéndolo. El futuro será esencialmente igual al pasado, sólo que más brillante y mucho más grande. Debemos seguir tratando de llegar a todo el mundo, enseñando el Evangelio en el hogar y en el extranjero. Un mandato divino descansa pesadamente sobre nuestros hombros; no podemos escapar de él; no podemos evitarlo."
Pte. Gordon B. Hinckley

jueves, 12 de agosto de 2010

Debilidades


"Es cierto que nuestras experiencias no se comparan a las de Jesús, pero sí se aplican a nosotros los mismos principios y procedimientos. Los perfeccionados atributos del Señor ejemplifican lo mucho que aún podemos cultivar. En verdad, no carecemos de pertinentes experiencias en la vida, ¿no es así? Aunque parezca extraño, a veces reaccionamos mejor ante los problemas mayores que ante los incesantes problemas menores. Uno puede estar sinceramente agradecido por sus grandes bendiciones y quejarse con regularidad por molestias pequeñas. El sobrellevar las pruebas mayores y al mismo tiempo no poder sobrellevar las menores no es aceptable en modo alguno. Debemos encarar nuestras imperfecciones si realmente queremos ser más como Jesús. Mientras nos esforcemos diariamente por progresar, fallaremos hasta cierto punto; por lo tanto, es muy importante no dejarse abatir. Así que, ¿dónde hemos de encontrar esa capacidad para salir adelante que tanto y tan frecuentemente necesitamos? Una vez más, ¡en la gloriosa Expiación! Por medio de ella conoceremos el sentimiento edificante que proviene del perdón. Además, si aplicamos la Expiación, podremos continuar recibiendo los otros dones nutritivos del Espíritu Santo, cada uno de ellos con su propio y generoso poder para ayudarnos a hacer frente a las pruebas. Con frecuencia, el Espíritu Santo nos predicará sermones desde el pulpito de la memoria. Nos consolará y nos tranquilizará. Las cargas de las que no nos alivie, El nos ayudará a soportarlas y de ese modo nos capacitará, aun después de cometer errores, para que continuemos con gozo la enaltecedora jornada de nuestra calidad de discípulos."
Elder Neal A. Maxwell
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lunes, 9 de agosto de 2010

Ntra. Responsabilidad

"Yo ruego que el poder sanador de Cristo pueda extenderse por toda la tierra, difundirse en nuestra sociedad y llegar a nuestros hogares, para que cure el corazón de los seres humanos de la maldad y de los elementos negativos como la ambición, el odio y los conflictos. Yo creo que puede suceder. A fin de que el cordero pueda echarse con el león, la paz tendrá que vencer los conflictos y el poder curativo tendrá que sanar las heridas. Jesús de Nazaret sanó a los enfermos que lo rodeaban. Su poder regenerador nos asiste en la actualidad por medio del santo sacerdocio. Sus enseñanzas divinas, su ejemplo incomparable, su vida perfecta, su sacrificio completo traerán curación a los corazones sufrientes y reconciliación a los que discutan y griten, incluso paz a las naciones en guerra si la buscamos con humildad y perdón y amor. Como miembros de la Iglesia de Jesucristo, tenemos el ministerio de curar y el deber de vendar las heridas y calmar el dolor de los que sufren. Invoco al poder sanador de Cristo para que auxilie a este mundo lleno de ambición y contención; a familias desgraciadas por las discusiones y el egoísmo; a personas abrumadas por el pecado, los problemas y la tristeza, y doy mi testimonio de su eficacia y maravilla."
Pte. Gordon B. Hinckley
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jueves, 5 de agosto de 2010

Amigos - Consejos


"Cuando se buscan consejos prudentes, se debe escoger a aquellos que demuestren obediencia a los mandamientos y que tengan la disposición de escuchar la inspiración del Espíritu. Se sabe cuando se tiene un buen amigo y consejero si el consejo que se recibe hace que sea más fácil cumplir los mandamientos y si no se nos fuerza a elegir entre las vías que sigue un amigo extraviado y la vía del Señor. Aun cuando aceptemos consejos de otras personas, debemos hacernos responsables de nuestras acciones. Hay quienes tratan de ir por la vida sin tomar decisiones y culpando a otros cuando las cosas no salen como esperaban. Al estudiar mentalmente nuestros problemas, debemos dar a la paciencia y la meditación un lugar preponderante en el proceso de tomar la decisión. Es preciso que reflexionemos sobre nuestras metas eternas y no tomemos decisiones apresuradas e imprudentes."
Elder Robert D. Hales

martes, 3 de agosto de 2010

La Promesa

"Todos nos enfrentamos a veces con la necesidad de recibir ayuda celestial en alguna forma especial y urgente; todos tenemos momentos en que nos encontramos agobiados por las circunstancias o confusos por los consejos que nos dan otras personas y sentimos una gran necesidad de recibir guía espiritual, una gran necesidad de encontrar el camino correcto y de hacer lo que debemos. Quizás no haya promesa más tranquilizadora que aquella de la ayuda divina y de la guía espiritual en momentos de necesidad. Es un don que recibimos en abundancia del cielo, un don que necesitamos desde nuestra más tierna infancia hasta el último día de nuestra vida."
Pte. Howard W. Hunter
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jueves, 29 de julio de 2010

La Comunicaión

"Debemos comunicarnos los unos con los otros de la forma en que lo haría el Salvador. Este tipo de comunicación se expresa en un tono de amor, no de grosería; se da a conocer para que sea útil, no dañino; es un nexo que nos une en lugar de apartarnos; y tiende a edificar y no a disminuir. Esta comunicación es una expresión de afecto, no de enojo; de veracidad, no de embustes; de compasión, no de contención; de respeto, no de ridículo; de consejo, no de crítica; de corrección, no de condenación. Se expresa claramente y no con confusión. Puede ser tierna o puede ser severa, pero siempre debe ser moderada. Lo que debemos hacer al comunicarnos con los demás es preparar el corazón para que tenga sentimientos como los de Cristo por todos los hijos del Padre Celestial. Si logramos sentir ese interés por el bienestar de nuestros semejantes, nos comunicaremos con ellos como lo haría el Salvador; con eso calmaremos el corazón de los que sufran en silencio. Al encontrar personas con necesidades especiales, podremos iluminar su jornada por la vida con las palabras que les digamos. Comunicarnos en el nivel en que Cristo lo haría nos ayudará a lograr buenas relaciones y terminará por llevarnos seguros de regreso a nuestro hogar celestial."
Elder L. Lionel Kendrick
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lunes, 26 de julio de 2010

Decisiones - Vida Eterna

"El motivo por el que vinimos a la tierra es precisamente obtener la vida eterna. La vida eterna es nuestra meta, y significa poder vivir en la presencia de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo, con nuestra familia, por toda la eternidad. Cada vez que tomemos una decisión, debemos sopesar el efecto final que ésta pueda tener en nuestra meta de obtener la vida eterna. Y por eso es que debemos estudiar y orar. Si tenemos el plan eterno como una meta, podremos tomar decisiones eternas. Sin embargo, no nos será posible tomar las decisiones correctas si sólo nos basamos en nuestra propia deducción intelectual y en el análisis de los hechos de acuerdo con nuestro entendimiento; la oración y el estudio deben emplearse juntos para edificar el conocimiento y la sabiduría."
Elder Robert D. Hales
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sábado, 24 de julio de 2010

Que ven mis ojos...

"¿Qué ven mis hijos cuando miran mi rostro?. ¿Ven la imagen del Salvador reflejada en mi rostro gracias a la manera en que vivo? Recuerden que ninguno de nosotros será un ejemplo perfecto para nuestros hijos, pero todos podemos llegar a ser padres y líderes dignos. Nuestra lucha por ser dignos constituye un ejemplo en sí. En ocaciones quizá sintamos que estamos fallando, pero podemos seguir esforzándonos. Con el Señor y por medio de El, podemos ser fortalecidos para ser quienes debemos ser. Podremos hacer lo que tangamos que hacer."
Hna. Cherly C. Lant
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jueves, 22 de julio de 2010

Amistad


"Uno de los grandes tributos que puede rendir el Salvador es el de llamarnos "amigos". Sabemos que ama con un amor perfecto a todos los hijos de Su Padre Celestial, pero Él reserva este título especial a aquéllos que han sido fieles en su servicio a Él. Llegamos a ser Sus amigos cuando servimos a los demás en Su lugar. Él es el ejemplo perfecto del tipo de amigo en el que debemos convertirnos. Desea únicamente lo mejor para los hijos de Su Padre Celestial. Su felicidad es la de ellos y siente la tristeza de ellos como si fuera la Suya propia, ya que ha pagado el precio de todos sus pecados, tomado sobre Sí todas sus enfermedades, soportado todas sus tribulaciones y experimentado todos sus anhelos. Sus propósitos son puros. No busca ningún reconocimiento para Sí mismo, sino otorgar toda la gloria a Su Padre Celestial. El amigo perfecto, Jesucristo, es completamente generoso al ofrecer la felicidad a otras personas."
Pte. Henry B. Eyring

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miércoles, 21 de julio de 2010

A Semejanza de ...

"Nuestro Padre Celestial, quien nos ama de manera completa y perfecta, deja que tengamos experiencias que nos permitan desarrollar las características y los atributos que necesitamos para ser cada vez más parecidos a Cristo. Nuestras pruebas tienen muchas formas diferentes, pero cada una nos permitirá llegar a ser cada vez más parecidos al Salvador en la medida en que aprendamos a reconocer las cosas buenas que surgen de cada experiencia. Al comprender esta doctrina, podemos adquirir mayor certeza del amor de nuestro Padre. Quizá en esta vida nunca sepamos por qué tenemos que pasar por ciertas circunstancias, pero podemos estar seguros de que podremos crecer gracias a la experiencia. Ahora bien, soy consciente de que es mucho más fácil mirar hacia atrás cuando ya ha terminado la prueba y ver qué hemos aprendido de nuestra experiencia; pero el desafío es obtener una perspectiva eterna mientras estamos en medio de las pruebas. A algunas personas les puede parecer que las pruebas por las que nosotros pasamos no son grandes, pero para cada uno de los que enfrentamos esas pruebas, son reales y requieren que nos humillemos ante Dios y aprendamos de Él."
Elder James B. Martino
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lunes, 19 de julio de 2010

Normas para Juzgar

"Vivimos en un mundo en el que muchas situaciones requieren que emitamos juicios; esto no siempre es cosa sencilla. Debemos juzgar bien al tomar decisiones críticas en cada etapa de nuestra vida, como escoger amigos, encontrar un compañero eterno o elegir una ocupación que nos permita cuidar de nuestra familia y servir al Señor. A pesar de que el Señor nos ha pedido que no juzguemos a los demás, espera que hagamos uso de un excelente discernimiento. Quizá a veces juzgamos rápidamente a las personas, lo cual puede cambiar o redefinir nuestra relación con ellas. Con frecuencia se emiten juicios incorrectos porque contamos con información limitada o porque no vemos más allá de lo que está inmediatamente frente a nosotros. Se necesita buen discernimiento no sólo para comprender a las personas, sino también para enfrentarnos con decisiones que muchas veces nos acercan a nuestro Padre Celestial o nos alejan de Él. Muchas bendiciones en la vida se pierden por aplicar un criterio mundano a lo que en realidad es una decisión espiritual. Una persona nunca podrá juzgar bien si no tiene el evangelio de Jesucristo como punto de referencia. El Evangelio tiene una larga y exitosa trayectoria de guiar a las personas a la felicidad. Algunas de las ideas del mundo dejan a la humanidad a la deriva para que ellos traten de definir sus propias normas y, a causa de eso, escuchamos frases como "una nueva moralidad". ¡Esa frase es engañosa! Las normas de la moralidad son eternas y no han cambiado; y tampoco debemos procurar descubrir una nueva interpretación de ellas."
Elder Gregory A. Schwitzer
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lunes, 12 de julio de 2010

Historia Familiar


"Tenemos un anhelo natural de conectarnos con nuestros antepasados. Ese deseo mora en nuestros corazones, sin importar la edad. Cuando nuestro corazón se vuelve a nuestros antepasados, algo cambia dentro de nosotros; nos sentimos parte de algo más grande que nosotros mismos. Nuestros anhelos innatos por tener conexiones familiares se hacen realidad cuando nos entrelazamos con nuestros antepasados mediante las ordenanzas sagradas del templo. Han quedado atrás los días en que esta obra sagrada se efectuaba sólo por especialistas. Sin importar su situación, ustedes pueden hacer de la historia familiar una parte de su vida ahora mismo. Los niños de la Primaria pueden dibujar un árbol genealógico familiar; los jóvenes pueden participar en bautismos vicarios; éstos también pueden ayudar a la generación de personas mayores a trabajar con computadoras. Los padres pueden relatar historias de su vida a su posteridad. Los miembros adultos dignos pueden tener una recomendación para el templo y efectuar las ordenanzas del templo a favor de sus propios familiares. Aunque la obra del templo y de historia familiar tiene el poder para bendecir a los que están más allá del velo, tiene el mismo poder para bendecir a las personas que están vivas. Tiene una influencia refinadora en aquellos que participan de ella. Éstos literalmente están ayudando a exaltar a su familia."
Elder Russell M. Nelson

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jueves, 8 de julio de 2010

El Gran Objetivo

"El Salvador reveló las perfectas prioridades para nuestra vida, nuestros hogares, nuestros barrios, nuestras comunidades y naciones cuando habló del amor como el gran mandamiento del cual "dependen toda la ley y los profetas". Podemos pasar los días obsesionándonos por los más ínfimos detalles de la vida y de la ley, y con una larga lista de cosas por hacer; pero si desatendemos los grandes mandamientos, no hemos entendido y somos nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá por los vientos; árboles sin fruto. Sin ese amor por Dios el Padre y por nuestros semejantes, somos únicamente la forma de Su Iglesia, pero no la substancia. El amor es lo que inspiró a nuestro Padre Celestial a crear nuestros espíritus; es lo que llevó a nuestro Salvador al Jardín de Getsemaní para ser Él mismo el rescate por nuestros pecados. El amor es el gran motivo del plan de salvación; es la fuente de felicidad, la siempre renovadora primavera de la curación, la valiosa fuente de la esperanza. Al extender nuestras manos y nuestro corazón hacia los demás con amor cristiano, nos sucede algo maravilloso. Nuestro propio espíritu llega a ser sanado y se vuelve más refinado y fuerte. Somos más felices, más pacíficos y más receptivos a los susurros del Santo Espíritu."
Pte. Dieter F. Uchtdorf

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lunes, 5 de julio de 2010

Paciencia

"Esperar puede ser difícil. Los niños lo saben, al igual que los adultos. Vivimos en un mundo que ofrece comida rápida, mensajería instantánea, películas a pedido y respuestas inmediatas a las preguntas más triviales y a las más profundas. No nos gusta esperar. Algunos incluso sienten que les sube la presión si la fila que están haciendo en el supermercado se mueve más despacio que las otras. La paciencia -la capacidad de aplazar por un tiempo nuestros deseos- es una virtud preciada e inusual. Queremos lo que queremos y lo queremos ya. Por tanto, la idea en sí de la paciencia puede parecer desagradable y, a veces, amarga. No obstante, sin paciencia no podemos agradar a Dios; no podemos llegar a ser perfectos. De hecho, la paciencia es un proceso purificador que refina el entendimiento, aumenta la felicidad, centra la acción y ofrece la esperanza de la paz. Como padres, sabemos cuán imprudente sería satisfacer todos los deseos de nuestros hijos; pero los niños no son los únicos que se echan a perder cuando siempre reciben satisfacción inmediata. Nuestro PadreCelestial ya sabe lo que los buenos padres comprenden con el tiempo: para que los hijos maduren y logren su potencial, deben aprender a esperar."
Pte. Dieter F. Uchtdorf

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viernes, 2 de julio de 2010

Oración - Testimonio

"Las fervientes oraciones que ofrezcamos a diario en busca de perdón o de ayuda particular son esenciales para nuestra vida y para nutrir nuestro testimonio. Cuando ofrecemos oraciones de forma apresurada o repetitiva, o no les damos mucha importancia, o nos olvidamos de hacerlas, tendemos a perder la cercanía del Espíritu, la cual es esencial para la dirección constante que necesitamos para afrontar con éxito las pruebas de la vida cotidiana. La oración familiar por la mañana y por la noche brinda bendiciones y poder adicionales a nuestras oraciones personales y a nuestro testimonio. El estudiar, de forma sincera y personal, las Escrituras trae fe, esperanza y la solución para nuestros retos diarios. El leer, meditar y aplicar las lecciones de las Escrituras, junto con la oración, se convierte en un factor irremplazable para obtener y preservar un testimonio fuerte y vibrante."
Elder Donald L. Staheli
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jueves, 1 de julio de 2010

Ensanchar ntra. Memoria

"Las Escrituras ensanchan nuestra memoria al ayudarnos a recordar siempre al Señor y nuestra relación con Él y con el Padre. Nos recuerdan lo que sabíamos en nuestra vida premortal, y ensanchan nuestra memoria en otro sentido al enseñarnos acerca de épocas, personas y acontecimientos que no experimentamos personalmente. Ninguno de nosotros estuvo presente para ver partirse el mar Rojo y cruzar con Moisés al otro lado entre muros de agua. No estuvimos allí para escuchar el Sermón del Monte, para ver a Lázaro al ser levantado de entre los muertos, para ver al Salvador agonizante en Getsemaní y en la cruz; ni oímos, con María, a los dos ángeles testificar en la tumba vacía que Jesús se había levantado de los muertos. Ustedes y yo no avanzamos uno por uno con la multitud en la tierra de Abundancia por invitación del Salvador resucitado, para palpar las marcas de los clavos y bañar Sus pies con nuestras lágrimas. No nos arrodillamos al lado de José Smith en la Arboleda Sagrada ni contemplamos allí al Padre y al Hijo. Sin embargo, sabemos todas esas cosas y mucho más porque tenemos el registro de las Escrituras para ensanchar nuestra memoria, para enseñarnos lo que no sabíamos; y a medida que estas cosas penetren nuestra mente y nuestro corazón, se arraiga nuestra fe en Dios y en Su Hijo Amado."
Elder D. Todd Christofferson

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martes, 29 de junio de 2010

El Deber

"El deber es lo que se espera que hagamos y seamos. Es un imperativo moral que llama a las personas y a las comunidades a hacer aquello que es correcto, verdadero y honorable. El deber no requiere perfección, pero sí requiere diligencia. No es simplemente lo que es legal, sino lo que es virtuoso; no está reservado para el poderoso o el de alta posición, más bien yace en el fundamento de la responsabilidad personal, la integridad y el valor. El cumplir nuestro deber es una manifestación de la fe que uno tiene. El presidente Monson dijo de ello: "Me encanta y atesoro la noble palabra deber". Para los miembros de la Iglesia de Jesucristo, nuestra senda del deber es el guardar nuestros convenios en la vida diaria."
Obispo Keith B. McMullin

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jueves, 24 de junio de 2010

La Oración

"El simple hecho de orar es muy diferente a entregarse en sincera oración. Espero que todos ya sepamos que la oración es esencial para nuestro desarrollo y protección espiritual; no obstante, lo que sabemos no siempre se refleja en lo que hacemos. A pesar de que reconocemos la importancia de la oración, todos podemos mejorar en cuanto a la regularidad y la eficacia de nuestras oraciones personales y familiares. Por mucho tiempo me ha impresionado la verdad de que la oración sincera requiere tanto comunicación sagrada como obras consagradas. Se requiere esfuerzo de nuestra parte antes de recibir bendiciones y, la oración, que es un tipo de obra, es el medio señalado para lograr la más suprema de todas las bendiciones. Después de decir "amén", seguimos adelante y perseveramos en la obra consagrada de la oración actuando según lo que hayamos expresado a nuestro Padre Celestial. El pedir con fe requiere honradez, esfuerzo, dedicación y perseverancia."
Elder David A. Bednar

jueves, 10 de junio de 2010

Inspiración

"Al comunicarse con su Padre Celestial, al orarle a Él en el nombre de Cristo, Él les contestará. Él nos habla en todo lugar. Al leer la palabra de Dios registrada en las Escrituras, estén atentos a Su voz. Al visitar el templo y al asistir a las reuniones de la Iglesia, estén atentos a Su voz. Estén atentos a la voz del Padre en la abundancia y las bellezas de la naturaleza, en los tiernos susurros del Espíritu. En sus relaciones diarias con los demás, en la letra de un himno, en la risa de un niño, estén atentos a Su voz. Si están atentos a la voz del Padre, Él los guiará por el camino que les permitirá experimentar el amor puro de Cristo. Al acercarnos al Padre Celestial, nos volvemos más santos, y al llegar a ser más santos, venceremos la incredulidad y nuestra alma se llenará de Su bendita luz. Al poner nuestra vida en armonía con esa luz celestial, ésta nos guía para salir de la oscuridad y encaminarnos a la luz mayor, la cual conduce a las obras indescriptibles del Espíritu Santo, y el velo entre el cielo y la tierra se puede volver más tenue."
Pte. Dieter F. Uchtdorf

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lunes, 7 de junio de 2010

Tiempo: Como Usarlo

"Desde los días de Adán, toda la humanidad ha comido el pan con el sudor de su frente, pero cuando nuestro trabajo nos consume hasta el punto en que desatendemos las dimensiones espirituales de la vida, también se convierte en una red que nos enreda. Es imposible enumerar las muchas redes que pueden atraparnos e impedirnos seguir al Salvador; pero si somos sinceros en nuestro deseo de ir en pos de Él, debemos dejarlas inmediatamente y seguir Sus pasos. No conozco ningún otro periodo de la historia del mundo donde se haya acumulado tal variedad de redes esclavizantes. La vida con facilidad se nos llena de citas, reuniones y tareas que debemos realizar. A veces pensamos que cuanto más ocupados estemos, más importantes somos; como si nuestra actividad definiera nuestro valor. Hermanos y hermanas, podemos pasarnos la vida entera dando vueltas a un ritmo frenético y llevando a efecto listas y listas de cosas que a fin de cuentas no tienen verdadera importancia. El hacer mucho quizás no sea tan importante. El que concentremos la energía de nuestra mente, corazón y alma a aquellas cosas que tienen importancia eterna, eso sí es esencial. Entre el bullicio y el ajetreo de la vida a nuestro alrededor escuchamos gritos de "vengan aquí" y "vayan allá"; en medio de ese ruido y de esas voces seductoras que compiten por acaparar nuestro tiempo e interés, una figura solitaria se alza en las orillas del Mar de Galilea y nos llama: "Venid en pos de mí".
Elder Joseph B. Wirthlin
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Tiempo: No Perderlo

"Hay peligro en la frase "algún día" cuando en realidad significa "hoy no". "Algún día me arrepentiré". "Algún día lo perdonaré". "Algún día hablaré con mi amigo acerca de la Iglesia". "Algún día comenzaré a pagar el diezmo". "Algún día regresaré al templo". "Algún día.". En las Escrituras está claro el peligro de postergar. Esto es, que podríamos descubrir que se nos ha acabado el tiempo. Dios, quien nos da cada día como un tesoro, requerirá que le rindamos cuentas. Nosotros lloraremos y Él llorará, si hemos tenido la intención de arrepentirnos y de servirle en los mañanas que nunca llegaron o en los ayeres con los que hemos soñado, cuando ya ha pasado la oportunidad de actuar. El "hoy" es un don preciado de Dios. El pensamiento "Algún día lo haré" puede robarnos las oportunidades que nos da el tiempo y las bendiciones de la eternidad."
Pte. Henry B. Eyring
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jueves, 27 de mayo de 2010

Templo

 "Los insto, mis hermanos y hermanas, a utilizar los templos de la Iglesia.  Vayan a ellos y realicen la grande y maravillosa obra que el Dios del cielo ha trazado para nosotros. Aprendamos en ellos de Sus vías y de Sus planes. Allí hagamos convenios que nos guiarán por los caminos de la rectitud, de la generosidad y de la verdad. Unámonos allí como familias bajo el convenio eterno administrado bajo la autoridad del sacerdocio de Dios. Y hagamos llegar allí esas mismas bendiciones a los de las generaciones anteriores, vale decir, a nuestros propios antepasados que están a la espera del servicio que ahora podemos prestar."
Pte. Gordon B. Hinckley

lunes, 24 de mayo de 2010

La Gratitud

"Es tan fácil para nosotros recibir bendiciones, muchas de ellas casi inadvertidas, y ver que suceden cosas que pueden contribuir a cambiar nuestra vida, a mejorarla y a recibir en ella al Espíritu. Pero a veces las tomamos como algo natural. Cuán agradecidos debemos estar por las bendiciones que el Evangelio de Jesucristo proporciona a nuestro corazón y nuestra alma. Quiero recordarles a todos que si vamos a demostrar gratitud a nuestro Padre Celestial en forma apropiada, debemos hacerlo con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza, porque fue Él quien nos dio la vida y el aliento. Al magnificarse, desarrollarse y expandirse esa gratitud, podrá bendecirnos el corazón, la mente y el alma hasta el punto de despertar en nosotros el deseo de seguir adelante y hacer las cosas que se nos pide que hagamos."
Elder David B. Haight

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lunes, 17 de mayo de 2010

Revelación - Ser enseñable

"Produce sentimientos de humildad el pensar que la voz apacible y delicada siempre está a nuestro alcance para enseñarnos lo que debemos hacer y a dónde ir. El Señor nos dice que cuando se hace caso a los susurros del Espíritu, a menudo se conceden más; si no los seguimos, con el tiempo serán cada vez menos. Como resultado del ser dóciles para la enseñanza, obtenemos un testimonio aún mayor del interés que nuestro Padre Celestial tiene por nosotros; obtenemos la seguridad y la certeza de que nuestro curso en la vida está en armonía con Su voluntad; incluso tenemos razones para ser buenos, razones para ser morales y razones para cambiar nuestra conducta. Al ser enseñables, ponemos en marcha toda la fuerza y las bendiciones de la Expiación en nuestra vida; nos volvemos sensibles a la inspiración del Santo Espíritu a fin de que los principios de rectitud que han enseñado los profetas y las verdades de la tierra puedan arraigar a Cristo en nuestra vida. Nos convertimos en Sus verdaderos discípulos. Si amamos esas verdades con todo nuestro corazón, se desarrollará una afinidad entre nosotros y la Fuente misma de la verdad. Por consiguiente, descubriremos que las cosas que más valoramos y apreciamos son aquellas que personalmente hayamos aprendido del Señor."
Elder Robert R. Steuer
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jueves, 13 de mayo de 2010

Diezmos


"El diezmo desarrolla y prueba nuestra fe. Al sacrificar al Señor lo que podríamos pensar que necesitamos o que deseamos para nosotros, aprendemos a confiar en Él. Nuestra fe en Él hace posible que guardemos los convenios del templo y recibamos las bendiciones eternas del mismo. Nos prepara para vivir la ley más alta de la consagración, de dedicar y dar todo nuestro tiempo, talentos y recursos a la obra del Señor. A aquellos que viven fiel y honradamente la ley del diezmo, el Señor promete una abundancia de bendiciones. Algunas de esas bendiciones son temporales, así como el diezmo es temporal, pero al igual que las ordenanzas físicas externas del bautismo y de la Santa Cena, el mandamiento de pagar el diezmo requiere un sacrificio temporal que, a la larga, se traduce en grandes bendiciones espirituales."
Elder Robert D. Hales

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lunes, 10 de mayo de 2010

La Generosidad

"El egoísmo y la codicia genera amargura y contención; por otro lado, el sacrificio y el ser generosos son fuente de paz y alegría. Tomar uno su propia cruz y seguir al Salvador equivale a vencer el egoísmo; es un compromiso de vencer a los demás. El egoísmo es una de las características humanas más innobles que debemos subyugar y vencer. Torturamos nuestra alma cuando nos concentramos en recibir más que en dar. He aprendido que el egoísmo tiene más que ver con la manera en que nos sentimos respecto a nuestras posesiones que con cuántas cosas tenemos. Un hombre pobre puede ser egoísta, y un hombre rico ser generoso, pero toda persona obsesionada con recibir encontrará grandes dificultades para tener paz en esta vida."
Pte. James E. Faust
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jueves, 6 de mayo de 2010

Obediencia


"¿Por qué el verdadero amor conmueve todo corazón? ¿Por qué la frase sencilla "Te quiero" produce en todos tal alegría? El hombre da varias razones, pero la verdadera razón es que toda persona que viene a la tierra es un hijo o una hija espiritual de Dios. Debido a que todo el amor emana de Dios, nacemos con la capacidad y el deseo de amar y ser amados. Uno de los vínculos más fuertes que tenemos con nuestra vida preterrenal tiene que ver con lo mucho que nuestro Padre y Jesús nos amaron y lo mucho que nosotros los amamos a Ellos. Pese a que se descorrió un velo sobre nuestra memoria, siempre que percibimos el verdadero amor, se despierta una añoranza que no se puede negar. El responder al verdadero amor es parte de nuestro ser verdadero; llevamos en nuestro interior el deseo de experimentar aquí en la tierra el amor que sentimos allá. Únicamente si sentimos el amor de Dios y llenamos nuestros corazones de Su amor podemos ser realmente felices. El amor de Dios llena la inmensidad del espacio; por lo tanto, no hay escasez de amor en el universo, sólo en nuestra disposición para hacer lo que sea necesario para sentirlo. Cuanto más obedezcamos a Dios, tanto mayor será nuestro deseo de ayudar a los demás; cuanto más ayudemos a los demás, tanto más amaremos a Dios y así sucesivamente. Y a la inversa, cuanto más desobedezcamos a Dios y cuanto más egoístas seamos, tanto menor será el amor que sintamos."
Elder John H. Groberg

lunes, 3 de mayo de 2010

Experiencia emocionante


"Podemos tener experiencias emocionantes al aprender sobre nuestros vibrantes y dinámicos antepasados. Ellos fueron personas muy reales, vivas, con problemas, esperanzas y sueños semejantes a los nuestros. En muchos aspectos, cada uno de nosotros es la suma total de lo que fueron nuestros antepasados. Las virtudes que ellos tuvieron pueden ser nuestras virtudes, sus puntos fuertes los nuestros y, en cierta forma, sus desafíos pueden ser nuestros desafíos. Quizás tengamos también algunos de sus rasgos. Es un gozo familiarizarnos con nuestros antepasados que fallecieron hace tanto tiempo. Cada uno de nosotros cuenta con una historia familiar fascinante. La búsqueda de sus antepasados quizás resulte uno de los rompecabezas más interesantes en el que puedan trabajar ustedes... Cada uno debe comenzar en esta obra en algún punto, y la pueden hacer tanto los jóvenes como los ancianos. El proceso de encontrar uno a uno a nuestros antepasados puede resultar difícil, pero también interesante y gratificante. Con frecuencia sentimos una guía espiritual al acudir a las fuentes para localizarlos. Dado que ésta es una obra espiritual, podemos esperar recibir ayuda desde el otro lado del velo. Percibimos cierta influencia de aquellos antepasados que aguardan a que los encontremos y hagamos la obra del templo por ellos. Éste es un servicio cristiano porque hacemos por ellos lo que ellos no pueden hacer por sí mismos."
Pte. James E. Faust
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lunes, 26 de abril de 2010

Humildad


"No deberá causarnos sorpresa el saber que, a juicio de algunos, la humildad tiene una clasificación bastante baja en la escala de los rasgos de personalidad que se desean. En los últimos años se han escrito libros muy populares acerca de la integridad, el sentido común, la urbanidad y una multitud de otras virtudes, pero es evidente que hay muy poca demanda para la humildad. Es obvio que en estos tiempos sin refinamiento, en los que se nos enseña el arte de negociar por medio de la intimidación, y la agresividad se ha convertido en la expresión preferida del mundo de los negocios, los que intentan ser humildes serán una minoría reducida y despreciada pero sumamente importante. El tratar voluntariamente de adquirir humildad es a la vez problemático. Recuerdo que una vez escuché a uno de mis colegas de los Setenta decir acerca de la humildad: 'Si piensas que la tienes, es que no la tienes'. Sugirió que debíamos tratar de cultivar la humildad y de estar seguros de no enterarnos cuándo la obtuviésemos, y que de ese modo la tendríamos. Pero, si alguna vez pensábamos que la teníamos, entonces no la teníamos'. La verdadera humildad nos llevará inevitablemente a decir a Dios: 'Hágase tu voluntad'. Y, debido a que lo que somos afecta lo que hacemos, nuestra sumisión se reflejará en nuestra reverencia, gratitud y disposición para aceptar llamamientos, consejo y corrección."
Elder Marlin K. Jensen
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jueves, 22 de abril de 2010

Decisiones

"Nunca me he detenido a contar la cantidad de decisiones que debo tomar todos los días, pero sí sé que es un proceso constante. Hay una definición que dice que 'una decisión es llegar a una solución que pone fin a la incertidumbre'. Y es precisamente la incertidumbre lo que hace tan difícil el tomar decisiones. Cuando las tomamos a la ligera o sin considerar los posibles resultados, quizás nos encontremos en la situación de desear tener la habilidad de retroceder en el tiempo. Una de las decisiones más importantes que se haya tomado en esta dispensación fue la que tomó José Smith, cuando era un jovencito. Su decisión de ir a aquel lugar se basó en el deseo que tenía de saber la verdad, en su fe y en su obediencia al consejo del Señor. La experiencia que José Smith tuvo en la arboleda fue de una magnitud mucho mayor de la que él pudo haber imaginado, y ha repercutido en la vida de todos nosotros. Al tomar decisiones en la vida, debemos basarnos en los mismos principios que él siguió cuando fue a la arboleda."
Elder Gerald E. Melchin
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Ejemplo


"El niño crece en sabiduría y en estatura. El obtener conocimiento y el aprender a hacer las cosas son prioridades que se tienen que atender. Hay personas que hacen a un lado estas responsabilidades, ya que piensan que éstas se pueden posponer hasta que el niño crezca. La evidencia revela que no es así. El momento óptimo para la enseñanza se esfuma; las oportunidades son cada vez más limitadas. El padre que descuida el desempeño de su responsabilidad como maestro tal vez, en años venideros, logre captar una amarga perspectiva de las palabras de Whittier: 'De todas las palabras, habladas o escritas, son éstas las más tristes: Podría yo haber sido'. El niño aprende por medio de la guía paciente y de la enseñanza persuasiva; busca modelos para imitar, conocimiento que adquirir, cosas que hacer y maestros que complacer. Los padres y los abuelos desempeñan la función de un maestro, así como también lo hacen los hermanos mayores del pequeño."
Pte. Thomas S. Monson

martes, 13 de abril de 2010

Relaciones Familiares

"En una familia feliz, lo primero y más importante es que aprendemos a escuchar, a perdonar, a elogiar y a regocijarnos por el éxito de los demás; en ella podemos aprender a controlar nuestro egoísmo, a trabajar, a arrepentirnos y a amar. En una familia en la que hay una perspectiva espiritual no hay por qué restringir el futuro a causa del pasado. Si a veces se comete una acción incorrecta, la familia amorosa tendrá buena disposición para ofrecer una oportunidad renovadora. Quizás para alguna gente estos remedios y otras cosas similares parezcan demasiado simples para curar una sociedad acosada por tantas aflicciones. En el antiguo Israel afligido también muchos desdeñaron los simples remedios prescritos divinamente y perecieron. Es obvio que nuestros valores familiares reflejan nuestras preferencias personales. Considerando la gravedad de las actuales circunstancias, ¿estarían dispuestos los padres a renunciar a un simple interés exterior y dedicar, en cambio, ese tiempo y ese talento a su familia? Padres y abuelos, por favor examinen concienzudamente sus horarios y sus preferencias a fin de poder asegurarse de dedicar su tiempo principal a sus relaciones principales."
Elder Neal A. Maxwell
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sábado, 10 de abril de 2010

A un Susurro de ...

A UN SUSURRO DE DISTANCIA DEL CIELO
Ciertamente, la oración de fe siempre es contestada. Es eficaz y es contestada aún cuando no entendamos cómo. Esto es particularmente cierto cuando estamos orando por otras personas, especialmente cuando oramos por nuestra propia familia e hijos. Nuestras oraciones necesitan ser más fervientes y anhelantes, como lo fueron las de nuestras madres a través de las generaciones.
Elder Jeffrey R. Holland

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